Intipalka nació en el 2008 y se ha mantenido en constante evolución y aprendizaje. Todo lo aprendido, se traduce hoy como medallas y reconocimientos a nivel mundial que antes eran exclusivos de mercados más maduros.Gracias a esos logros y reconocimientos, la marca decide verse a la altura de su contenido, hacer evolucionar también su presentación, ponerse de etiqueta.
Se partió de una búsqueda de la identidad del vino peruano, que tengamos una imagen que no solo represente a un vino Premium, si no, que también represente el origen peruano. Y así hallamos en nuestras culturas de origen, líneas y trazos únicos representados en alfarería, arquitectura y orfebrería.
Con toda la iconografía originaria, ancestral y actual desarrollamos una tipografía única que representa lo sofisticado del diseño peruano en cada una de sus letras. Cada letra tiene un vestigio, una referencia y una representación de lo peruano.
Así, con este desarrollo, nace la tipografía Intipalka y todo su contexto dedicado al origen peruano y a sus obras mejor logradas.
El resultado es una marca que expresa mejor lo que es, un vino verdaderamente Premium y muy orgullosos de su origen.
Ica posee un especial microclima, dado por la variación térmica entre el día y la noche del Valle de Ica, 18 a 20°C en verano, efecto de la distancia (60 km) a la costa del Pacífico, el cual actúa como efecto moderador del calor; al igual que sus viñedos establecidos a 500 m.s.n.m.. Este microclima es solo comparable, a los viñedos de calidad de Mendoza (Argentina) sobre los 1,100 m.s.n.m. y a los del piedmont cordillerano del Alto Maipo (Chile). Donde sin duda, estos países obtienen su más reconocida calidad.
Origen:
Insertos en el Batolito de la Costa, originado en el Cretácico entre 75 y 100 millones de años atrás, está compuesto de una serie de intrusiones de granitoides (cuarzo >20%), donde predominan las granodioritas, tonalitas y en menor medida la andesita basáltica.
Piedmont:
En los viñedos plantados en la pendiente del cerro, encontramos suelos carentes de materia orgánica, abundante diatomita y suelo granítico misceláneo, formado a partir de rocas ígneas intrusivas, pizarras metamórficas, calcáreas sedimentarias, todo muy meteorizado (fracturado), permitiendo a las raíces absorber en profundidad minerales y compuestos calcáreos.
En general estos suelos graníticos con diatomitas (actúan como las arcillas reteniendo nutrientes y agua) dan vinos elegantes con estructura, de aromas minerales, ligeros toques salinos y una buena acidez.
Topografía plana:
En viñedos plantados en suelos de asiento de loma, encontramos arrastre de materiales del cerro, principalmente diatomitas, calcáreas y minerales, con un bajo porcentaje de materia orgánica aportada por inundaciones, suelos muy profundos arenosos con mayor nivel de carbonatos.
Los vinos producidos en suelos profundos arenosos, con mayor nivel de carbonatos, resultan en vinos de buen nivel alcohólico, muy aromáticos, baja acidez y muy buena calidad.
Plantas:
Todos nuestros viñedos son selecciones clonales, injertadas sobre pies resistentes a la salinidad, sequia, filoxera y nematodos. Esta fue una gran selección de nuestro enólogo Jorge Queirolo, tras analizar las distintas variaciones de suelos y climas existentes en los campos de Viñas Queirolo.
Manejo del Viñedo:
Dado estas variaciones de suelos y climas, se han seleccionado los viñedos según aptitud, así tenemos: Gran Reserva, Reserva y Varietales, con un manejo exclusivo para cada uno, tratando de obtener en todos, el máximo de frutosidad, lo cual creemos es el eje común de nuestro terroir.
Cosecha manual:
Nuestro personal capacitado, realiza la selección de las uvas directamente en el viñedo, cortando cada racimo y depositándolo en bandejas de 15 kilos, las cuales son transportadas al acopio sombreado y luego cargadas sobre camiones, con destino a la bodega.